En la Unión Europea, los servicios suponen alrededor del 75 % del PIB y el empleo, mientras que el comercio de servicios constituye el 25 % del producto interior bruto del club comunitario y respalda más de 20 millones de empleos.
El comercio de servicios acaba de recibir un impulso con la entrada en vigor de las nuevas normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que facilitan y simplifican el comercio de servicios. Las nuevas normas se aplican a países desarrollados, países en desarrollo y países menos adelantados y representa el 92 % del comercio mundial de servicios.
El conjunto de normas acordado en la Iniciativa Conjunta sobre la Reglamentación Nacional en el ámbito de los Servicios racionalizará los requisitos de autorización y simplificará los obstáculos procedimentales a los que se enfrentan las empresas de todo el mundo, en particular las microempresas y las pequeñas y medianas empresas. Este acuerdo contribuirá a reducir los costes del comercio mundial de servicios en más de 110 000 millones EUR al año, garantizando la transparencia, la eficiencia y la previsibilidad de los requisitos y los procedimientos de autorización y cualificación.
Las normas claras sobre autorización acordadas en el marco de esta iniciativa conjunta facilitarán significativamente el comercio de servicios. Especialmente para las microempresas y las pymes y las mujeres empresarias que normalmente no disponen de los mismos recursos para hacer frente a los complejos requisitos que deben cumplir para operar en mercados extranjeros.
Las normas también ayudan a la agenda digital, ya que sectores como las telecomunicaciones, los servicios informáticos, la ingeniería y la banca pueden beneficiarse de ellas. Además, es la primera vez que un texto de la OMC incluye una disposición vinculante sobre la no discriminación entre hombres y mujeres.